Texto contextualizado: |
criada que nos recordaba a doña Merlucines. Y a qué niña se le iba a ocurrir parecerse a ella cuando fuera mayor. Existía, sin embargo, dentro del género una modalidad que constituía excepción y era considerada con piadoso respeto: la de la señorita a quien le habían matado el novio en la guerra y había decidido no volver a tener ninguno. Lo había jurado entre lágrimas, releyendo sus cartas y mirando su retrato, que solía tener enmarcado sobre la mesilla de noche. Fuera cual fuera el grado |
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