Texto contextualizado: |
el orden femenino sobresalía la palabra «recoger», base de cualquier posterior enseñanza. Y en esta recogida furtiva y eficaz de las huellas del caos doméstico, muchas veces provocadas por el descuido inherente al varón, él gozaba de una indulgencia casi plenaria. A las niñas se las reñía incalculablemente más que a sus hermanos si no dejaban su ropa bien doblada o tenían el cuarto revuelto. Y eran cosas -según se apostillaba siempre- que se les decían por su bien, para que |
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