podéis encontrar distracción para los diálogos. Estos factores de inquietud y guerra, como hilo conductor de conversación y posible acicate amoroso, se fueron volviendo inoperantes a medida que se iba haciendo un hueco en la sociedad, aunque a duras penas, aquella «normalidad burguesa» de quesequejabanlosfalangistasapeadosdesusideas.Perosiguieron funcionando como recurso literario infalible. La guerra, no sólo aquella nuestra que unos pretendían olvidar y otros no querían, sino las que por aquellas mismas fechas sembraban de