que ello sea posible, cultivese en las niñas la muñeca y el cuarto propio, que se acostumbrarán desde la primera edad a cuidar y adornar. Son las mujeres que nos están acechando ya. El cultivo de la muñeca, realmente obsesivo en la época que estoyestudiando,alcanzósupuntoálgidoconellanzamientoal mercado de la famosa Mariquita Pérez, cuyo imperio, prolongado durante unos quince años, llegó a tener sede propia: una tienda encabezada con el nombre de aquel mito de cartón y situada en
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ALCANZARI.2 - (Fig.) Llegar a [una determinada situación, nivel o meta]