aparte de este breve rebrote de heroísmo que significó la aventura fallida de la División Azul, la misma guerra española, aún reciente y que para muchos de sus encendidos panegiristas no podía aceptarse que hubiera pasado en vano, había dejado una huella indeleble en las relaciones amorosas interrumpidas, afirmandoalamujer-enfermeraono-ensupapelderestañadora de heridas del superviviente. Es decir, que no existían solamente las enfermeras de heridas de guerra, sino las de heridas de postguerra, cuyo cometido era a veces mucho más ingrato y