semanas no se puede vivir en ella. Y hasta que empiece la temporada otoñal, se vivirá entre fundas, bayetas, envoltorios de lámparas..., sin temor a los microbios ni al polvo, pero sin escenogra grata y con un confort disminuído, que no todos en lafamiliaadmitiráncomobeneficiodelasabiduríamaternal. Las hijas estaban mucho más predestinadas que los hijos a convertirse en discípulas de esta «sabiduría maternal» hecha de Sidol, plumero, naftalina y zapateados sobre el parquet con los
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ADMITIR.3 - Estar [algo o alguien] en condiciones de recibir cierto trato