, los novios vivían al raso, dester Sus excursiones a las afueras, sobre todo cuando llegaba el buen tiempo, eran consideradas con alarma. Y se le atribuía una perniciosa complicidad a la bicicleta, el único diablo de dos ruedas que favorecía un desplazamiento sin testigos. Lasmujeresadmitentodaclasedelibertadesprocedentesdel sexo contrario, acentuadas en los noviazgos, siendo de notar la perjudicial influencia que la generalización del uso de la bicicleta ha producido en orden a las excursiones lejos de la ciudad.