Son años en que la propia Europa cae dentro de la mentalidad de América, que ejerce así a través de su cinematografía el más poderoso imperio mental que haya tenido el mundo. La juventud de todos los países se deja ir alegremente. Es como un nuevo descubrimiento de tierras donde acudentodaslasimaginacionesdecididasaprosperar. Por eso, mientras nuestra imaginación, en vez de decidirse a prosperar, se siguiera empleando en desempolvar la lista de los reyes godos y en bendecir el atraso, no había mayor bestia negra