de entendimiento era, además, el que casi nunca se garantiza a lo largo de los pocos contactos furtivos que una relación decente permitía. Cuando se decía de algún hombre, casi siempre «sotto voce»: «Se entiende con Fulana», ya se sabía que seestabaacostandoconella.Hayunrastrodeesaacepciónen el siguiente comentario: El hombre difícilmente «se entiende» con la mujer, para decirlo con frase vulgar; «no es comprendido» diríamos más sutilmente.