acicate para la curiosidad femenina. Como los hombres no lloraban más que en algún corrido mexicano, se idealizaban sus tormentos callados y se ansiaban con ardor sus confidencias. A ellos parecía que las penas de una mujer les intrigaban menos, más bien les podían aburrir; en líneas generales aceptabanconmayoromenorresignacióneltópicodeque «a la mujer no hay quien la entienda» y se dedicaban a estudiar otras asignaturas, menos superfluas. El hombre -dice un texto- da por descontado a la mujer
USO:155.38
ACEPTAR - Admitir o recibir voluntariamente [algo]