el ajuar que la mujer aportaría un día al matrimonio. Ahora se recomendaba la prudencia en el estudio, como si se tratara de una droga peligrosa que hay que dosificar atentamente y siempre bajo prescripción facultativa. A los primeros síntomas de que empezaba a hacer daño,loaconsejableeraabandonarla.Yelprimeravisodetales síntomas, aunque en la práctica resultara difícil de detectar por su carácter abstracto, nuestros Consejeros de la Salud Pública femenina lo hacían coincidir con el más leve menoscabo de aquellas