sintaxis del castellano pero no la del argentino. En cambio, los lingüistas de campo estudian hablas reales antes que modelos idealizados de las mismas. Lo que acaba de decirse tiene una consecuencia metodológica importante e inquietante: que lo que cuenta como excepción para el lingüista teórico acasonocuentecomotalparaellingüistade campo. El primero puede intentar considerar las desviaciones respecto de su modelo conceptual como incorrecciones antes que como contraejemplos. Esta situación es inevitable en las disciplinas que