por la otra, el hombre que cada uno de ellos va a matar se les muere de un rayo unos momentos antes, para el soldado será tan valedero, según su propio fin, el efecto de tal rayo como si a su fusil fuese debido, mientras que el terrorista juzgaráqueelrayohadesbaratadosupropósitoyfrustradosufin.Elser él y no otro el agente parece, pues, esencial al contenido de la acción del terrorista; así que, al menos, tanto como su efecto en el matado cuenta su efecto sobre el matador. Este segundo efecto no es, como el otro, un resultado