más que ñoñerías y antiguallas que el principio de funcionalidad y de eficacia a ultranza del militarismo no puede ya tolerar por un día más. Pero, de ser así, habrá que preguntarse cuáles serán, entonces, los tan cacareados valoresdelacivilizaciónoccidental,encuyonombrenadiejuray perjura tanto, en un ansioso afán de legitimación, como el militarismo. No sé si los británicos, con la victoria de las Malvinas, "han recobrado el respeto de sí mismos". Puedo decir que desde luego el mío, por muy poco