casa por la puerta de la cocina, pero de pronto debió darse cuenta de que estaba abierta la puerta principal. --Ahí viene --dijo Pedro Vicario. Ambos lo habían visto al mismo tiempo. Pablo Vicario se quitó el saco, lo puso en el taburete, y desenvolvióelcuchilloenformadealfanje.Antesde abandonar la tienda, sin ponerse de acuerdo, ambos se santiguaron. Entonces Clotilde Armenta agarró a Pedro Vicario por la camisa y le gritó a Santiago Nasar