, la cocinera, estaba segura de que no había llovido aquel día, ni en todo el mes de febrero. "Al contrario", me dijo cuando vine a verla, poco antes de su muerte. "El sol calentó más temprano queenagosto."Estabadescuartizandotresconejos para el almuerzo, rodeada de perros acezantes, cuando Santiago Nasar entró en la cocina. "Siempre se levantaba con cara de mala noche", recordaba sin amor Victoria Guzmán