Dios: "Todo entra", dice Cañeque en otro punto, refiriendose a la imaginería de los fundamentalistas, "en un perfect program, en el que Estados Unidos tiene asignado un papel apocalíptico. La ley de Dios se interfiere enlaleyconstitucional,aligualqueenlaviejaIsrael,moldeando,guiando y conduciendo a la nación a lo largo de su devenir histórico...". Aquí se observa bien cómo el par de política y moral, cuya coyunda se encarece, va a encarnarse en el par Nación y Dios, y a la vez cómo el exceso visionario