No han sido concebidos a partir de la imagen de un destinatario, sino como en soledad, a semejanza del dueño de una finca, que a su exclusivo antojo hace y deshace por sí mismo y tan sólo para sí: "Esto me gusta, en estomecomplazco,yelqueloveadesdefueradelasbardasquesefastidie si no lo encuentra de su agrado". Son proyectos imaginados unilateralmente, enteramente al margen de la idea de un posible sujeto receptor que sea algo más que un mero paciente al que imponérselos. Cultura que va en