sea más que una pura fantasía debida al desaforado egocentrismo, a la desmedulada vanidad del presunto envidiado! No menos sorprendente -y tal vez igualmente referibles al egocentrismo y a la paranoia- son los efectos que García-Sabell atribuye a la envidiasobreelenvidiado,efectosrealmenteterribles:"esterilizacuanto toca, destruye aquello a lo que se arrima, cuando nos percatamos ya tenemos sobre nuestras espaldas el cuchillo de la traición. Si logramos esquivarlo y salimos indemnes de la aventura, una nueva distorsión agobiará