la chimenea para fumar, charlar o leer. Eran gentes que habían venido al balneario más por el aislamiento y la paz del lugar que por la cura de los baños. Sus males pertenecían más a la esfera del ánimo que a la delcuerpo.Necesitabandelasoledadparaolvidar alguna historia pasada. Curiosamente -a excepción de Peter- eran gentes relativamente jóvenes y casi todas ellas extranjeras. Peter era un pintor judío, alemán de nacionalidad, que había venido a