placenteramente los sentidos y exaltar la pasión. La música del cuerpo, de los cuerpos en armonía, anulaba la realidad. Jano cerró automáticamente la puerta y se olvidó que estaban en su habitación; se olvidó del mundo y de qué tipo de mujer estaba entresusbrazos.Yolvidabaporqueprecisamente la poseía, porque estaba extraviado en ella, beodo de ella. Se había cerrado el círculo: Betina era Francesca. La pasión anulaba la realidad y con ella tiempos y