San Giorgio de Sant'Anastasia, que libraba a la princesa Trapisonda del dragón en medio de un clamoroso fragor de cascos y de lanzas. ¡Las iglesias de Verona! San Fermo Maggiore, Sant'Anastasia y San Zeno, con su campanil cónico y la presencia invisible de Dante, que la eternizaraparasiempreenelcantoXVIIIdelPurgatorio: Io fui abate in San Zeno a Verona... ¿Por qué escogimos para el preludio de un nuevo viaje las iglesias de Verona y no el teatro romano,