en las últimas horas, interrumpiendo su estupor o el curso de sus pensamientos. Ahora acude, además, la que la sucede, la terrorífica: Por qué no se aflojaron las manos. Siente fobia a la oscuridad y al encerramiento, más acusada por cadaminutoquepasa;recorreelperímetrodela habitación con pasos cortos, repitiendo gestos involuntariamente. Parece, por sus movimientos, que ha olvidado a la figura del sofá y se ocupa tan sólo de sí mismo
MIR:063.26
RECORRER - Atravesar un espacio por toda su extensión