desliza por el pliegue de la piel que conduce al entrecejo. Allí la piel hace una uve -lo ha visto cientos de veces ante el espejo-- y estancará la gota. Está en pie. Aunque el dolor es agudo no hace movimiento alguno. Las gotas resbalan inmutables.Mueveligeramentelaspuntasde los dedos acariciandose los costados. Las gotas se desvían hacia el cuello. Inclina ligeramente la cabeza para desviarlas hasta las comisuras de los labios. El dolor