, tu música derrotó los malos presagios. Tu música derrotó a la sangre. Y todo resultó natural, intenso, hermosísimo. La música engañaba a la realidad más inmediata, la deshacía, la ocultaba. La música era todavía para nosotros la vibración que atemperaba el mundo, que fundíaloscontrarios,quearmonizabalasmalas fuerzas extremas. Estábamos en el centro del mundo, en la dulce umbría de aquella verde enramada que nos impedía temer la realidad más inmediata. »
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FUNDIRII - Reunir dos entidades en un todo. Fusionar