Texto contextualizado: |
su habitación, el cuadrito de Sandro Botticelli todavía no había sido devuelto a su lugar. Reconoció que después de varios meses su estado de ánimo había recuperado una intensidad que desconocía, una intensidad que le obligó a remover, otra vez, la memoria, los papeles del pasado. Extrajo de nuevo algunos cuadernos de su Diario para hojearlos caprichosamente. Luego se entretuvo leyendo una vieja edición de la Vita Nuova de Dante, con ilustraciones de Gabriel Rossetti, que Francesca le había |
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