de frecuentar a la totalidad de sus antiguos colegas y amigos desde la muerte de su compatriota músico y compositor: no descuelga el teléfono, no responde a recados ni cartas, ha desactivado el timbre de la puerta y, cuando algún visitante obstinado golpea estaúltimaconlosnudillos,retieneelaliento,se hace el muerto, escucha con una sonrisa satisfecha el crujido del entarimado y las pisadas que se alejan por el pasillo, camino del ascensor. Si por desgracia da en