que pensaba tener, y construyó un balcón de madera sobre los almendros de la plaza, donde Plácida Linero se sentaba en las tardes de marzo a consolarse de su soledad. En la fachada conservó la puerta principal y le hizo dos ventanas de cuerpo entero conbolillostorneados.Conservótambiénla puerta posterior, sólo que un poco más alzada para pasar a caballo, y mantuvo en servicio una parte del antiguo muelle. Esa fue siempre la puerta de más uso,