de la música de Strauss es cada vez más rápido y remolineáis como un trompo beodo hasta que el guardián del museo os interrumpe y te tira del brazo, furioso: ¡qué coño se ha creído usted! Este es un sitio decente, ¿me oye? ¡Siquierenmagrearymetersemanováyanseafollar al hotel! CONSECUENCIAS DE UN PORTAZO INTEMPESTIVO Inopinadamente, cuando ya habíamos perdido toda esperanza, se produjo el portento. Nuestro héroe había corrido cuidadosamente el