Seku Kamasoko, pues, como el regocijado visitante del morabito se apresura a comprobar de visu, es, maravillosamente conservado por cierto, con dentadura y todo, un robusto negro. Pánico, confusión, gritería. Escombatientes y turistas sollozan y los milicianos de las falanges de CharlesMarteljuranborrarconsangrelaafrenta. ¡En medio del llanto y desesperación generales, el pool de editores y superagentes decidirá entrar inmediatamente en contacto con el autor de «Raíces»! DE