una isla del Riachuelo, donde en la segunda juventud había jugado al tenis. Ahí se encontró con Anselmi, que estaba jugando un single de la Liga Interclubs, por la 4a. B de Regatas de Avellaneda, contra Deportes Racionales. Desde elotroladodelalambretejidoquerodeabalacancha, Anselmi le gritó: --Es el último set. No te vayas. Para que participara en el té de los equipos, lo hicieron pasar por capitán de la 4a