le hiciera el amor antes de llegar al tercer piso. De no ser el ascensor una jaula transparente, el portero no ve nada.» Con un resto de voz preguntó el pobre Herrera: «¿Qué vio?» «Con sus propios ojos, el cuadro vivoquerepresentólatipa.Elgallegoteníalabiay con dos o tres detalles bien elegidos pintó una escena que no olvidaré.» Como el hombre se había callado, dije: --Qué desilusión