los grandes problemas ontológicos y gnoseológicos de la filosofía.) La función de la filosofía en el hexágono lingüístico es el de una araña sabia (o perversa, según se mire) que mantiene unidos los hilos de la telaraña, pone a prueba sus puntos débilesyayudaarepararlos.(Laarañasealimenta de especialistas incautos incapaces de ver la telaraña.) Quien dude de la centralidad de la filosofía debería recordar que es el propio núcleo de la actual