Texto contextualizado: |
ninguno de los dos estaba dispuesto a mantener un diálogo flexible. El guarda no tardó mucho tiempo en levantarse y, sigilosamente, se marchó silbando una cancioncilla. Aumentó entonces el tono de la discusión --en medio del estupor de Jano y de Betina-- hasta que Adriana, levantandose bruscamente le dio la espalda al grupo y echó a andar en dirección a la senda que descendía montaña abajo. Jano le reprochó a Marescu que no aceptara en alguna medida el idealismo, |
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