en todos ellos. A pesar de que el día amaneció transparente, el verano parecía haberse despedido de aquellas tierras. Desde por la mañana la brisa fue más fresca y, poco a poco, comenzaron a caer las grandes hojas amarillas de los álamos,queelríoquenacíadellagoarrastrabacon sus aguas en gran número. Aquella atmósfera inestable y desangelada alejó del balneario a algunos de los últimos residentes. Jano se sintió angustiado al saber que --dado lo