El paseo le volvió a revelar cuál había sido hasta entonces su estado de ánimo, su afán de aislarse, de evitar amistades en el balneario; su premeditado afán de rehuir encuentros y conversaciones. Entre la carretera y el río había un camino de yerbaporelqueJanoavanzaba.Peterlehabíahablado con entusiasmo de algunas iglesias bizantinas y mezquitas -los otomanos ocuparon aquellas tierras hasta principios de siglo- que merecía la pena visitar. En lo que se refería