al azar, lleno de sugestivos significados. Francesca lo había llevado en seguida a enmarcar y los dos lo recogieron un día en un taller cercano a Via Montenapoleone. Ahora aquel cuadro había desaparecido. ¿Se trataba de una broma o de un capricho? ¿Había sido Adriana,movidaporloshechosquesedesarrollaron el día anterior? ¿Había sido quizá Betina? ¿Acaso el propio Marescu, que un día le había alabado la calidad de aquella reproducción? Descartaba absolutamente