Texto contextualizado: |
. Por eso, es de Verona de donde proviene, Francesca, mi recuerdo de un nuevo ángel: el de Pisanello, que vimos en San Fermo Maggiore. Aquel ángel parecía recién salido de un diluvio. Estaba todavía húmedo, pero el primer sol había sonrosado sus mejillas y alisado su cabellera rubia. Su mano acariciaba unos lirios abiertos y un brazo los arrullaba con extremada delicadeza. Sus alas y sus ropajes parecían ásperos al tacto, minerales. La naturaleza había depositado |
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