luz? ¿Eran todas estrellas? ¿Eran todas luciérnagas? »Regresé anonadado a la casa. Tu ausencia y la inmensidad de la noche me impedían pensar, tomar cualquier decisión razonable. Sólo hubo algo que logrósacarmedemímismoy,asuvez,mealejódel prado lleno de humedad y de misteriosos guiños luminosos, de la noche estrellada y enloquecedoramente hermosa. Tarde reparé en que sonaba una música en la casa; una música que se había