. Casi siempre lo hacía cuando comenzabas a cantar la segunda de las piezas, aquel Lascia ch'io pianga excesivamente inhumano de puro humano. Al final, no existía lugar del jardín al que no llegara tu voz. Por eso debes saber que tu música, doloridaybellísima,meacorralabaentrelostroncos, hasta que siempre acababa topando con el muro de gruesos y musgosos ladrillos que cercaba el jardín; muro que no era posible traspasar. Y allí me quedaba, Francesca
CAR:036.19
ACORRALAR - Encerrar o colocar en un lugar impidiendo la salida