Se habían ido los pájaros y comenzaban a caer algunas hojas amarillas de chopos y álamos. El lago tenía ahora fríos tonos verdosos y en ocasiones se encrespaban sus aguas. También la enredadera trepadora del cobertizo del embarcadero iba perdiendo sus hojas y el lugar se llenaba de abandono.Quienesamabanlospaseosrehuíancada vez con más frecuencia la orilla del lago, sus vientos que sacudían furiosamente las ramas y las iban desnudando. Los escasos residentes del balneario preferían ahora los paseos por