luces falsas. Al atardecer se dirigió a aquel punto del lago donde estaba el sauce gigante. Salió del balneario portando sigilosamente sus dos maletas. Allí, sobre los pedregales de la orilla, hizo una hoguera y un apresurado escrutinio. La mayor parte del contenido delasdosmaletasardióvorazmente.Ropas,libros, cartas, cuadernos, fotografías, fueron cayendo poco a poco en medio de las llamas. También fue echando al fuego, uno tras otro, los folios de aquel largo,