con que había tratado a Jano durante su primer encuentro en el pueblo, ella dijo haber sentido siempre hacia él respeto y temor. Fue precisamente este temor el que le llevaba a rehuir su compañía o a no acudir alascitas;aquelmismotemorque«jamás»--aseguró rotunda-- le habría permitido entrar en su habitación para husmear en sus cosas. (Esta última aseveración la hizo cuando Jano le preguntó si ella había cogido el cuadro desaparecido de su habitación