a buscar la honra perdida de la hermana. --Esto no tiene remedio --le dijo--: es como si ya nos hubiera sucedido. Salieron por el portón de la porqueriza con los cuchillos sin envolver, perseguidos por el alboroto delosperrosenlospatios.Empezabaaaclarar."No estaba lloviendo", recordaba Pablo Vicario. "Al contrario --recordaba Pedro--: había viento de mar y todavía las estrellas se podían contar con el dedo."
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ACLARARIII - Amanecer. Empezar la claridad del día