cuando abras. Será tu hija. ROSA.- (Con la voz entera y tranquila.) No me des la razón que ya tengo. Tú la verás también. NÉSTOR.- ¿Ahora? ROSA.- O cualquier otro día. Lo imposible es lo que secumple.](Seacercaalamirilla.Vuelveasonarel timbre. Con un suspiro de inmensa expectación, ROSA abre tímidamente la mirilla y observa. Bruscamente desaparecen todas las luces irreales, el ventano se vuelve negro y el aposento