y los animales. Todos... ¡Todos -insiste riendo--, hasta las moscas!... Por eso estudio veterinaria. El viejo recuerda al veterinario de su juventud, gordo y coloradote, de cuello duro y corbata, siempre dejando caer ceniza de un puro, hasta cuando estaba curandoalasbestias. -Había que bajárselas a Sersale -le cuenta a Simonetta-, sólo se molestaba en subir a Roccasera para mandar matar ovejas o cabras, cuando se les inflaba