le hubiera mordido el labio, sangre de ese cuerpo rotundo y joven... Pero ya se limpia ella con el dorso de la mano y el rostro recobra su inocencia perdida. Explica luego, riendose, que Romano es su amigo. -Estudiamedicina,zío.¡Asícuraremosatodo el pueblo entre los dos, hombres y animales! Es comunista, como yo. ¡Mi tía Anunziata no le puede ver! -concluye, riendo aún más. -