que el otro hacía caso omiso de su advertencia, le gritó ¡bandido, rufián, te acordarás de mí, te acordarás! El chico del flequillo remontó de un salto los escalones y de una patada derramó sobre los periódicos el contenidodetodoslosbotes.Miguelempezóainsultarle de nuevo, pero Carmina había oído el alboroto y, con los brazos en jarras, les observaba desde la puerta. --Qué traviesos y qué desobedientes... ¡Venga para adentro
TER:066.33
INSULTAR - Aplicar a alguien un calificativo ofensivo