adormecida en el padre; por eso había preguntado: «¿Es muy difícil conseguir el Premio Nobel?» Volviendo de la bruma, el padre contestó: --Muy difícil, David, el Premio Nobel es muy difícil... David se alegró porque la llama se agitaba, parecía elevarseantesusojosoerasóloelrayodesolquese movía al destrenzar el padre sus manos. --Muy difícil --repitió. «A todo dice que no --explicaba la madre a los amigos--.