disuadir de sus sueños de gloria, bien de dormir la siesta en paz. A los treinta años, y sabe dios a qué precio, consiguió Cándida su primer contrato. Su efímera carrera fue un continuo ir y venir de las tablas al dispensario. Nada le entristecía tantocomoevocaraquellostiemposdeentusiasmo y desengaño. Se puso a lloriquear y le palmeé con cariño las hombreras. --Hazlo por mí, Cándida --le dije melifluo. --Está bien,
LAB:050.09
EVOCAR - Traer a la memoria o a la imaginación [CLAVE]